Mi ocupación aquí y en el
cielo, hasta el fin del mundo, es y será irradiar
el Corazón de Jesús sobre todas las almas por medio de María.
Jesús no niega su gracia
a quien se la pide.
Mis preferencias eran
para las menos dotadas, las que encontraban mayores dificultades en el estudio o en el cumplimiento
de sus deberes.
Concederé la alegría.
Sí, Jesús, quiero sonreír
con alegría siempre.
El Señor busca almas que
le sirvan con alegría.
Quisiera recorrer el
mundo y darle la paz.
Me ha gustado mucho lo que has escrito sobre Dina. Gracias.
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