El icono, escrito en 1993 en los
talleres del Carmelo de la Theotokos de Harissa, Líbano, no pretende exponer
con detalle la vida de Dina, sino tratar
simplemente de presentar su mensaje espiritual. Para Dina la relación con la
Trinidad es el eje central alrededor del cual gravita toda su vida espiritual.
Su mensaje es : dejemos vivir a Jesús en nosotros, así la Sma. Trinidad
podrá derramar sus gracias a profusión. El icono está estructurado de manera a
poner en relieve esta realidad vivida por la Beata.
En la parte alta, hay una pequeña
reproducción del icono del monje André Roublev, modelo de todas las
representaciones de la Trinidad. En el centro, Dina de pie en la actitud de los
resucitados. La finura y elegancia de su silueta indican su elevación
espiritual. Música y mística, Dina está totalmente entregada a la acción de
Dios. En el lado izquierdo, una llama arde sobre un altar al que se llega por
cinco escalones evoca la visión desvelada por la Beata en su autobiografía de
la gracia de la sustitución de Jesús a su ser.
El lado derecho es muy rico en
símbolos : una granada con sus frutos, cuya forma circular simboliza la
eternidad y la infinitud de Dios, representan las gracias recibidas. Una
estrella indica María, guía y luz de Dina ; una gruta oscura simbolizan el
lugar donde muere el « hombre viejo » de Dina para dejar resurgir el
hombre nuevo animado por el Espíritu vivificante. El agua que brota de la gruta
recuerda la fecundidad del sufrimiento redentor. El ciervo que se sacia en el
manantial es la imagen de Dina devorada por el deseo de amar a Dios y de sufrir
por su Amor.
